El pasado que Francisco quería mantener oculto durante su estancia en Supervivientes
En 2014 Denia Apolinar abría una cuenta de Twitter con la intención de denunciar una situación que no le parecía justa. Quiso dejar claro, de manera pública, que se había enterado del fallecimiento de la madre del cantante Francisco González, con el que tuvo una hija 14 años antes: “Hoy estoy triste. Dice el dicho que el día 13 es el día de la mala suerte y ayer me enteré de que murió la abuela paterna de mi hija. Descanse en paz” decía el 14 de marzo. Y añadía que “le cambiaron el número a la abuela de mi hija para que no tuviera contacto con ella. Ese hombre es un canalla, un sinvergüenza”.
‘Ese hombre’ no es otro que Francisco, el cantante y actual concursante de Supervivientes. Y esta historia a muchos no les pillará de nuevas. Denia Apolinar es una joven de República Dominicana que ya en el año 2000 denunció de manera pública y ante los tribunales que tenía una hija fruto de una relación con el artista. Él siempre lo negó, y según ella, la madre del cantante siempre la apoyó y quiso mantener contacto con su nieta. En 2008, después de evitar someterse a las pruebas de paternidad que le pidió el juez, Naomi González Apolinar fue declarada legalmente su hija, comenzó a llevar su apellido y a tener derecho a una pensión.
El cantante Francisco parte rumbo a Supervivientes 2018 / Gtres
Jamás hubo una relación padre e hija, y Paca, la actual mujer de Francisco, que ya lo era entonces, jamás se separó de su marido, fue su apoyo a pesar de hacerse pública esta supuesta infidelidad y hoy lo sigue siendo. Tanto que, según revela Gustavo González en Rumore, después de que se fechara una vista el pasado 26 de febrero, que no llegó a celebrarse porque el cantante se comprometió dos días antes a pagar, ha sido su mujer la que ha ingresado lo correspondiente a los dos meses que lleva en Honduras.
Sin embargo, con esta nueva voluntad para con Naomi no se solucionan los muchos años que ha pagado con cuenta gotas y que incluso se ha declarado insolvente, por ello le adeuda todavía 27.000 euros y los abogados de la joven han pedido que se embargue el sueldo que gana en el concurso, además de solicitar que se le aplique una condena por su incumplimiento que acarrearía pena de cárcel.
Francisco quiso dejarlo todo atado antes de viajar a Honduras, y allí parece que está salvando los obstáculos de la supervivencia sin grandes problemas. Lo que seguro no espera es que los contratiempos estén esperándole en España a su vuelta.